Leyenda Lago Musters

Cuentan los mapuches más ancianos que sus abuelos les contaron que en el lugar donde está el lago Musters había un gran mallín (prado) con abundante pasto y animales para cazar. Así fue durante mucho tiempo, pero llegó un año de sequía absoluta. Los fuertes vientos sólo levantaban la polvareda de la (p.258) tierra reseca. Los animales que no podían huir (tomar la fuga) morían de sed. Los guanacos y ñandúes (especie de avestruz) escapaban hacia los valles húmedos de la cordillera. No había nada para cazar. Los mapuches se morían de hambre. Entonces, decidieron juntar a todas las tribus vecinas para ofrecerle a Nguenechen (creador del mundo) un gran Nguillatun (fiesta para un futuro bueno) para pedirle lluvias. Cuentan que cuando estaban realizando la ceremonia se desató (inició) una terrible tormenta. Una gran corriente inundó el mallín y las aguas alcanzaron una altura impresionante. Todos comenzaron a huir despavoridos, pero fue inútil. Los mapuches allí reunidos se ahogaron. Nadie se salvó. Desde entonces, el mallín quedó convertido en un lago muy profundo.

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